martes, 12 de enero de 2016

EL FARO DE MASPALOMAS. EL ANIVERSARIO QUE NO FUÉ.

Por Pedro J. Franco López.

Este artículo fué publicado por el Periódico "La Provincia", el lunes, día 11 de enero de 2016.

Termina 2015 y, en Maspalomas se quedan con dos palmos de narices, esperando la conmemoración del 125 Aniversario del icono más representativo de la zona turística "Maspalomas Costa Canaria".
 

El Faro de Maspalomas se enciende por primera vez el 1 de febrero de 1.890 y han pasado 125 años de este hito de la historiografía maspalomera y, por ende de la de Canarias, no en vano es declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento Histórico Regional, en abril de 2.005, después de haberse incoado expediente, con motivo de su centenario el 6 de agosto de 1990.

Sacamos a colación este tema, pues esta efemérides, pasó completamente desapercibida en Maspalomas; de la misma forma que pasó sin pena ni gloria su Centenario; en aquella ocasión, pero en Las Palmas de Gran Canaria, es el Cabildo Insular el que sí organiza una serie de actividades, entre ellas: una exposición del "Poema del Faro" del pintor  Juan Hernández y edita una ex completísimo Libro-Catálogo, también sobre la obra del añorado artista.

Para este aniversario de 2015, que nos ocupa, es también el Cabildo de Gran Canaria el que organiza una serie de actividades, pero esta vez en la ciudad de Telde. A bombo y platillo, con grandes alardes mediáticos (estábamos en pre-campaña electoral), se inaugura una exposición en la Casa-Museo de León y Castillo y, se organiza un ciclo de Conferencias a cargo de prestigiosos conocedores de la obra del ingeniero Juan de León y Castillo.

Eso sí, por el Presidente y algunos consejeros del Cabildo de Gran Canaria en aquel entonces, se promete que, durante el 2015, tanto la Exposición, como el ciclo de conferencias se repetirían en Maspalomas y se justificaba el que estos actos se desarrollaran en la ciudad de Telde, porque : "venía a ser una oportunidad de conocer al hermano mayor de Fernando León y Castillo" (sic).
  
Desde aquí felicitamos a los artífices y promotores de las celebraciones de Telde; pero, a nuestro modesto entender, lo que se conmemoraba no era la figura de Juan de León y Castillo; de lo que se trataba era del aniversario de la magnífica obra que éste realizó en Maspalomas y, aunque no tendría que sorprendernos a estas alturas, termina el año y nos hemos quedado con dos palmos de narices, esperando la conmemoración del 125 Aniversario del icono más representativo de la zona turística "Maspalomas Costa Canaria".

De siempre hemos defendido que la conmemoración de efemérides de hechos históricos y culturalmente significativos, ponen en valor la entidad y la identidad de un pueblo y que es casi de obligado cumplimiento el que, nosotros, perpetuemos en la memoria y retina tales hechos, para la constancia y el conocimiento de futuras generaciones, máxime cuando somos un destino turístico al que estas referencias la dan un inequívoco valor añadido.

Pero, como se dice ahora:"es lo que hay". Nos regodeamos y presumimos de nuestro Faro de Maspalomas, más que centenario y Bien de Interés Cultural (BIC) y, luego se utiliza como BackStage de Moda Cálida y no pasa nada.

El pueblo lo ha hecho suyo, lo mejor que le ha pasado en 125 años, y lo convertimos en almacén de Ferias y demás saraos que se celebren u organicen en su entorno y todos tan contentos.

Es, la joya de la corona de la isla de Gran Canaria y de la zona turística Maspalomas Costa Canaria, hace de icono promocional de Meloneras, la zona más exclusiva de nuestra zona turística y, al mismo tiempo, es cuarto trastero de una cafetería.

A todo esto cabe repetirnos, al decir que si las efemérides del Faro de Maspalomas se han celebrado: en la capital de la isla el Centenario y, en Telde, el 125 Aniversario; en gran parte nos lo tenemos completamente merecido, aquí, abajo, "en el Sur".  Estos vacilones, así, literalmente, vienen de atrás, reformas y más rehabilitaciones; con sucesivas asignaciones presupuestarias que ni sabe dónde fueron a parar, con múltiples aplazamientos de inauguraciones de Museos; dimes y diretes que, durante casi veinte años, lo más cierto ha sido que, en 2.005, casi por los pelos, lo vemos convertido en Restaurante con categoría de un montón de tenedores y estrellas "michelines".

 Y, mientras tanto: propuestas de posibles destinos de uso, para dar y repartir: Museo Marítimo Regional, en 1992; Museo del Espacio en 1.993; Museo de Arte y Museo del Viajero, en 1996;  un Acuario, en 1997 y, le siguieron: Museo del Turismo, de la Flora y Fauna costera, etc. Todas estas propuestas o iniciativas se han volatizado, y la única que se ha materializado es la de la instalación de un Bar-Cafetería en su entorno, que se consideró por los organismos (los de 1.996) como "indispensable", así, literalmente, también.

Últimamente, en 2.012 y, por iniciativa del Cabido de Gran Canaria, se toma la iniciativa de convertirlo en Centro Etnográfico de la isla de Gran Canaria; cosa que nunca entendimos, ni vamos a entender del todo, pues Maspalomas, con todo lo que tiene que contar y, pasados quince años del siglo veintiuno del tercer milenio, sigue sin tener ni un Museo abierto al público y, consideramos que lo menos que se necesita es un Museo artesanal insular. De ser así, seguiremos en las  mismas y después de 50 años de vida de nuestra zona turística, seguirán regresando a su país de origen millones de turistas, sin tener ni la más remota idea de la historia del lugar dónde estuvieron de vacaciones.

Resulta, cuando menos curioso, el que esta última iniciativa se vea paralizada el pasado mes de octubre, por la aparición de termitas en las vigas del edificio; cuando estas termitas ya fueron noticia en el año 1.993 (La Provincia del domingo, 11 de julio).

Para finalizar, agradecemos al actual Presidente del Cabildo de Gran Canaria el que, en los últimos días, haya evitado titulares ostentosos y haya demostrado una gran mesura al no prometer ni alardear de promesas populistas, como nos tenían acostumbrados; sobre todo, por el hecho de que al proyecto museístico para el Faro de Maspalomas, previsto por el anterior Gobierno insular, lo hayan declarado "desfasado y revisable".

Por la credibilidad que nos aporta, quedamos esperanzados en su compromiso de trabajo para que, durante el año 2.016, se visualice alguna realidad y, el pueblo de Maspalomas, el pueblo grancanario y, los turistas que nos visitan, puedan al fin, después de 125 años, disfrutar de su ingeniería histórica más insigne: El Faro de Maspalomas.
 

martes, 8 de diciembre de 2015

BIEN..., ENTRAMOS EN LA "ERA 66".


Iniciamos el recorrido de la "era 66"..., me gusta este número. Espero grandes y buenas cosas de él.

Hay quien dice que cuando entras en los "66", hasta aquí tus pensamientos estaban enfocados demasiado en el mundo material y que, a partir de ahora, balancearán tus pensamientos entre el cielo y la tierra.

Joer!!!, lo que hace un canuto en ayunas. 

Lo de aquí en adelante, hasta pudiera ser verdad..., de lo de aquí atrás, no acertaron ni el reintegro... 

Un abrazo estimados y estimadas. Seguiremos p'alante. Siempre adelante pero, para no perder la costumbre, echando miraditas hacia atrás, para no olvidar nunca lo que fuimos y de dónde venimos.

A mandar!!!.

martes, 1 de diciembre de 2015

EL ABANDONO DEL CHIRINO DE LA GC-1

Columna publicada en el periódico "La Provincia", el lunes, día 30 de noviembre de 2015

Por Pedro J. Franco López.

Mimetizada entre las palmeras resecas que la circundan, la emblemática “Mediterránea” languidece en la desidia y el abandono.

 

Desde hace poco más de diecisiete años (septiembre de 1998), la autopista GC-1 cuenta con una escultura situada al margen derecho, de la salida de El Veril (Km. 43 dirección Maspalomas-Las Palmas) que, para la gran mayoría pasa desapercibida y, muchos la descubrirán después de leer esta columna. 

El que no sea admirada por la ciudadanía se puede justificar, pues su ubicación quizá no sea la más adecuada; y es que, conduciendo en una autopista, no debe ser aconsejable estar admirando obras de arte; y eso que la vegetación que la circunda ayuda, las palmeras resecas y tiradas por los suelos ayudan a que luzca con total nitidez y en todo su esplendor; lo de esplendor es un decir, ya que el color amarillento pálido que ha adquirido tras años de desidia y abandono, la mimetizan y confunden en un entorno dónde lo que más resalta son tres enormes focos que jamás se encienden. 

El autor de esta escultura, el canario Martín Chirino, una de las figuras más importantes del arte español del siglo XX, la concibió en color rojo vivo, su color preferido en su época de finales de los años 60 y que contrasta con el que ahora mismo nos ofrece. Denominada “Mediterránea I”, de 1968, de chapa de acero soldada, pintada al duco y restaurada posteriormente, bajo la dirección del propio escultor, incorporando acero cortén reforzado, pertenece a la serie del mismo nombre que inicia por influencias de su viaje de dos meses a Grecia en 1964.

La escultura, adquirida el año 1968 por el Conde de la Vega Grande para instalarla en los jardines del Hotel Maspalomas Oasis; cuando se vendió éste, fue trasladada a las instalaciones del Campo de Golf de Maspalomas y, más tarde (en septiembre de 1988), por iniciativa de la empresa “Elmasa”, del grupo Castillo, continúa su periplo, hasta quedar colocada en su actual ubicación, en la autopista GC-1, a la altura de la zona de Las Burras, por entenderse que allí iba a tener una mayor vistosidad. Premonitorio de esta columna fue el que los promotores de este último traslado: Gaspar Ponte y Chano Ravelo, director-gerente y ejecutivo de la empresa “Elmasa”, respectivamente,  me obsequiasen un dossier de fotos y prensa de los trabajos de traslado e instalación. 

Para dar a entender la importancia de “Mediterránea”, baste decir que su autor, Martín Chirino, la valora y tiene muy en estima por ser referente de la época en que la creó (inicio de su etapa en solitario) y que fue elegida por él mismo para incluirla, con otras tres de sus esculturas más emblemáticas, en la exposición que se organizó en la calle Triana en 2011, con motivo de una de las acciones más espectaculares que se llevaron a cabo, para apoyar la candidatura a Capital Cultural Europea 2016 de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Salta a la vista que nuestra “Mediterránea” no goza de los mimos, ni el respeto, que se le dan a la escultura “Lady Harimaguada”, a la entrada de la capital de la isla y del mismo autor; ni sabemos porqué, ni a quién deberíamos reclamárselos, pero que sepan todos, que el artista canario y de prestigio internacional, Martín Chirino, cuando la concibió, interpretaba su rojo vivo, como “color que evoca al sol y la calidez del paisaje al cual hace referencia”; o sea, nada que ver con el tono blancuzco que ahora luce, ni con la vegetación marchita que la circunda.