jueves, 28 de noviembre de 2013

JOSÉ MARÍA ANSALDO, LA PLAYA DE MELONERAS Y EL GLOBO “CANARIAS”.



Por Pedro José Franco López
Técnico en Patrimonio Histórico y Cultural.
Basado en las informaciones del periódico
“La Provincia” y el Diario “ABC”.

El nombre del comandante José María Ansaldo está escrito con letras de oro en la historia de la aviación española, también debería estarlo en la de Canarias  y, por los motivos que les expondremos, también debería estarlo en la historia de San Bartolomé de Tirajana y Maspalomas.

Resulta que, en 1930, Ansaldo, pilotando el avión Ford AT-4, de la compañía C.L.A.S.S.A., realizó el primer vuelo comercial entre Madrid y Canarias. Se cuenta como anécdota que hizo el vuelo vestido de esmoquin,  pues había llegado al aeródromo de Getafe rápidamente desde el hotel Ritz, donde había celebrado la boda de su hermano.

Fue al filo de las dos de la madrugada, desde el aeródromo de Getafe y, ayudado por los faros de una treintena de automóviles, se establecía por primera vez el servicio regular con las Islas Canarias, aterrizando en Gando, después de hacer escala en Casablanca y Cabo Rubí, a las siete de la tarde.

Además, el 22 de septiembre de 1946, recién terminada la Segunda Guerra Mundial, el primer DC-4 de Iberia inauguró su primer vuelo trasatlántico Madrid-Buenos Aires, con escala en Villa Cisneros, tripulado también por los comandantes José María Ansaldo, Teodosio Pombo y Fernando Martínez Gallardo.

Y, mira por dónde, se le debe a este célebre comandante el que la Playa de Meloneras y el Faro de Maspalomas fueran noticia nacional a principio de la década de los años 60 del siglo pasado.

Resulta que Ansaldo, gran emprendedor y aventurero, se afanó en protagonizar una gran gesta: cruzar el Atlántico a bordo de un globo diseñado por él mismo, para cuya salida eligió la entonces desértica playa de Meloneras.

Montó su campamento un poco más allá del Faro de Maspalomas e inició el inflado de su globo llamado "Canarias", con el añadido de las siglas obligadas para la navegación aérea “EC-APX”, la tarde del domingo 3 de abril de aquel 1960; para lo que contó con el apoyo de su más íntimo colaborador y acompañante en la aventura el "radio" de vuelo Gregorio Alonso Gutiérrez y, por supuesto, con el de la compañía Iberia, en la que había sido uno de sus más destacados pilotos, además de organismos y autoridades de la Isla.

La operación de inflado que empezó, como dijimos, la tarde del domingo 3 de abril de 1960, concluyó en la mañana del martes siguiente. El saludo y los deseos de triunfo de todo el pueblo canario llegaron a Meloneras de la mano del entonces presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria Matías Vega Guerra, que no quiso perderse tal acontecimiento.

La anunciada aventura de Ansaldo traspasó las fronteras de las Islas para convertirse en un acontecimiento nacional, con enviados especiales de los principales rotativos nacionales.

Todo iba como miel sobre hojuelas hasta que al mediodía de aquel martes se inició la operación de traslado del globo desde tierra hasta mar adentro para soltar las amarras, en la que intervenía el remolcador AR-2 del Puerto de la Luz.

Eran las tres de la tarde cuando alguien advierte que en la parte alta del aerostato se nota una abertura por desgarro de la lona y, por la que, poco a poco se inició el escape lento del hidrógeno que el piloto había ido almacenando desde hacía tres meses. La desilusión fue tremenda y Ansaldo, desolado por el fracaso de su aventura  navegando en globo para cruzar el Atlántico hasta tierras americanas, ordenó la suspensión de aquel ilusionado intento.

La explicación oficiosa sobre lo ocurrido que circuló en la misma playa fue que al pasar cerca del helicóptero produjo una gran corriente de aire que desplazó a un lado el toldo que lo cubría para evitar el calentamiento del gas, por lo que recibió durante algún tiempo los fuertes rayos solares en pleno mediodía que originaron el ablandamiento del pegue de una de las uniones por cuyo orificio se fue escapando el gas y desinflando lentamente.

Los ojos de Ansaldo, abatido su cuerpo y desplomados sus ánimos, miraban fijamente la "agonía" de su frustrada gran obra, mientras brotaban las lágrimas.

La desolación se fue contagiando en aquel campamento de Meloneras al punto de que al anochecer protagonistas, colaboradores y curiosos ya lo habían abandonado. José María Ansaldo regresó a la Isla en agosto de aquel mismo año para llevarse a Madrid la esfera voladora con la que intentó vanamente escribir una nueva página de su historia como piloto.

jueves, 7 de noviembre de 2013

DESCANSE EN PAZ LA SEÑORA LILO KELLERMANN.

“pionera y personaje principal del acercamiento de inversores alemanes a Maspalomas”.

Por Pedro José Franco López
 Técnico en Patrimonio Histórico y Cultural.

En la última Universidad de Verano de Maspalomas, con la Ponencia "Desarrollo Social de SBT, durante el s.XX, a través de sus Personajes", tuve la oportunidad de reivindicar y exaltar la persona y la personalidad de la Señora Lilo Kellerman. Se nos ha ido hace escaso tiempo y, ya no hay manera de homenajear y reconocer públicamente la labor que desarrolló por su quehacer en la construcción de la Maspalomas que disfrutamos hoy.

Lisolette Klara María Kellermann (Lilo), llegó a Gran Canaria en los años 60 y quedó prendada de Maspalomas, dónde ella y su marido se propusieron vivir e invertir.

Construyó en primer lugar los primeros apartamentos de San Agustín: “Las Flores”, operación de la que Don Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna tiene muchas anécdotas que contar. Más tarde se empecinó –literalmente hablando- en construir toda una Urbanización, a la que, por su especial empeño se le pudo el nombre de “Lilolandia”. La Urbanización “Lilolandia”, dónde hicieron grandes inversiones, se llamó así por su propio nombre, aunque ahora se conoce como “Bahía Feliz”.

En estos últimos tiempos en que tantos y tantas se han dado codazos para salir en las fotos del 50 aniversario de la zona turística de Maspalomas, no hubo un solo recuerdo ni mención a la impagable labor de Lilo Kellerman en promocionar Maspalomas en Alemania y entre los alemanes, nuestro turista potencial en estos momentos. Somos muchos los que pensamos que no fueron las Ferias de Turismo las que hicieron que los alemanes sean hoy nuestro primer cliente; Lilo es, mejor dicho fue, “pionera y personaje principal del acercamiento de inversores alemanes a Maspalomas”.

Ahora sólo desear que Lilo descanse en paz y mostrar nuestras condolencias a su familia; en breve le dedicaremos un amplio reportaje, como se merece.